¿Te atreverías a subir a uno de los volcanes más activos de Sudamérica? La última vez que el Volcán Villarrica hizo erupción fue apenas en marzo del 2015. Afortunadamente, justo un mes antes tuvimos la oportunidad de hacer el espectacular ascenso.
Como toda gran travesía, debemos madrugar. A las 6:30 de la mañana salimos desde Pucón, hasta llegar al Centro de Ski del Volcán Villarica, desde donde comenzamos el ascenso. Somos ocho personas más el guía. Mi primer impulso es caminar rápido, pero luego recuerdo que son 4 o 5 horas de trekking y descarto la idea. Avanzamos a un buen paso, mientras disfrutamos de la hermosa vista, que va mejorando al aumentar la altura.
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Llegamos a los 1.900 metros y el guía nos da una señal que indica que comienzan las técnicas de montañismo. Eso significa que debemos formar una hilera y caminar en forma de zigzag. Luego de algunas horas, ya vas notando el cansancio en el cuerpo, y cuesta luchar contra él. ¡Pero la voluntad es más fuerte!
Seguimos durante dos horas más. A esta altura, llegar a la cima se ha vuelto un desafío. Nos avisan que realizaremos una pausa para comer lo que llevamos en nuestras mochilas (de preferencia un plátano, frutos secos, chocolate, sandwich y mucha agua). Me siento un momento a disfrutar de la vista. Ya estamos a 2.200 metros y realmente es increíble. Desde aquí podemos ver los volcanes Llaima y Lonquimay. Me imagino cómo debe ser la panorámica desde la cima, y ya quiero realizar este último esfuerzo.
(Foto: Throgers)
Reanudamos el recorrido. Sólo faltan 647 metros para llegar a los 2.847 msnm. del cráter. ¡Vamos que se puede! El guía nos alienta como si fuera nuestro mayor fan. No se puede desistir cuando falta tan poco. El olor a azufre nos avisa que ya estamos cerca de la cima.
Y por fin, llegamos. Parece mentira, pero estamos en el cráter del volcán Villarrica. Tal como lo había pensado, la vista es espectacular. Tenemos una panorámica de 360°, desde donde podemos ver los volcanes Llaima, Lonquimay, Sierra Nevada, Quetrupillán, Lanín, Choshuenco, Osorno y Tolhuaca. Además de hermosos lagos, como Caburgüa, Calafquén, Huilipun, Neltume, Panguipulli, Villarrica y Pellaifa.
(Foto: Ben Tubby)
(Foto: Reuben Strayer)
Permanecemos por algunos minutos y comenzamos el descenso. Esta parte es lo mejor, ya que bajamos deslizándonos como si estuviéramos en un tobogán. Al llegar abajo, te das cuenta que todo el esfuerzo realizado valió la pena, y que la fama de ser la mejor excursión de la zona no es por nada.
Encuentra aquí información, horarios y precios del ascenso.
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¿Te atreverías a subir al Volcán Villarrica? ¿con quién irías?
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