Relato de nuestro tour a la Laguna Cejar con denomades.com, que incluyó la visita a las lagunas Piedra, Tebenquiche y los Ojos del Salar.
Laguna Cejar
Habiendo partido del centro de San Pedro de Atacama, en poco menos de media hora llegamos a la Laguna Cejar, nuestra primera escala en el recorrido del día.
Bañándonos en Laguna Piedra
Les cuento algo que no se suele contar de antemano: en realidad, y por temas de preservación, sólo está permitido bañarse en la Laguna Piedra y no en la Cejar, pero de cualquier manera, se nos asegura que las propiedades químicas de ambas – ya van a ver a qué me refiero con esto – son similares.
Si hay algo que caracteriza a estas lagunas, es que su alto contenido de cloruro de sodio (sal) le brinda una gran densidad y, si bien eso puede no parecerles tan interesante – a menos que de alguna manera les interese la química –, lo que sí es llamativo es que por ese motivo cuando uno se mete en la Laguna Piedra, flota con gran naturalidad, sin esfuerzo alguno, como pueden ver aquí:
Como tal vez puedan apreciar en la instantánea, era más la gente que miraba desde afuera (en esta categoría se encontraba mi novia, o «polola» en español chileno) que la que estaba dentro de la laguna (categoría en la que me encontraba yo, a quien ven más arriba). Esta abundancia de personas que prefería ver en vez de vivir esta sensación de flotación, se debía a que, si bien la laguna es alimentada en parte por surgencias termales de las napas, en invierno -temporada en la que estábamos en nuestra visita- la temperatura del agua se encuentra bastante por debajo de la corporal y eso hace que muchos no se animen a meterse.
Sólo introducir los pies en el agua es un desafío, pero uno que muchos pueden cumplir; no se puede decir lo mismo con el acto de sumergirse por completo en la laguna. Bueno, no «por completo» porque es altamente recomendable NO sumergir la cabeza, debido a que la exposición de los ojos y oídos a estas aguas no es saludable, así como tampoco lo es su consumo, OBVIAMENTE. Además, es agua rica en minerales pero no rica en sabor. Yo no la probé, pero se dan cuenta de sólo sentirla en sus labios.
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Ahora bien, si son friolentos o miedosos para este tipo de desafíos, les sugiero que hagan su mejor esfuerzo de meterse cuando anden por allá, ya que les puedo asegurar que nunca pude flotar de esa manera, sin mover ni un músculo para tratar de mantenerme a flote; es cuestión de simplemente soltarse y entregarse a la química atacameña. Único.
¿Y la Laguna Cejar? Bueno, invertimos mucho tiempo en la Laguna Piedra porque estaba hermosa la mañana, disfrutamos mucho el sol, tomar fotos y meternos en el agua, de manera que cuando quisimos darnos cuenta, ya teníamos que dirigirnos hacia la siguiente etapa del tour. Esto fue todo lo que pude captar de la famosa Laguna Cejar:
Me hubiera gustado tomar algunas capturas más de los alrededores, pero no fue posible esta vez, lo que me da una buena excusa para volver, ¿no?
Ojos del Salar
Los Ojos del Salar o bien los «Ojos de Tebenquiche» fueron la segunda parada de nuestro recorrido. Fue breve, pero se dice que «lo breve si bueno, dos veces bueno», y eso aplicaría para este caso.
Como en todos los lugares que he recorrido en San Pedro, lo que más me llamó la atención fue el entorno: estábamos rodeados por varios cordones montañosos como el de Domeyko o el de los Andes y, por si esto fuera poco, también teníamos a nuestro alrededor una gran cantidad de volcanes, varios de ellos activos.
Tengan en cuenta que en Chile existen más de 2000 volcanes, de los cuales aproximadamente el 25% están activos y, por si esto fuera poco, se estima que en el país se encuentran el 15% de los volcanes más activos del mundo, ¿impresionante no? Aquí pueden ver más información sobre los volcanes que pueden escalar en Atacama.
Si bien no estoy seguro, podría apostar que los Ojos del Salar se llaman así, porque son dos, y porque su alineación permite que nuestra imaginación les de esa forma. Acá ven uno de ellos:
Algo a destacar de estas lagunas es el efecto espejo que se produce en sus aguas, como pueden ver en la foto de más arriba, pero mejor aún en esta:
Lo anterior puede apreciarse durante todo el día, pero es mucho más marcado en la salida y caída del sol, por eso algunas excursiones concluyen en horas del atardecer, en este lugar. No fue nuestro caso, porque terminamos el día en la tercera parada.
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Laguna Tebenquiche
Esta laguna se ha formado por los deshielos y lluvias que caen durante el año en el Desierto de Atacama. Queda muy cerca de los Ojos del Salar y, por este motivo, el paisaje que nos rodea no cambia demasiado con respecto a este último. Eso sí, el área protegida en Laguna Tebenquiche es más extensa y la protege la comunidad de Coyo; ellos son los encargados de cobrar entrada a los visitantes.
Para conocer este ecosistema, existen dos senderos que se pueden utilizar. Acá ven uno:
En realidad, cuando uno comienza a caminar, parece todo un sólo sendero; no fue hasta mirar el folleto que me di cuenta que son dos y no muy extensos.
Otro aspecto interesante del lugar es la existencia de microbialitos, conocidos como «rocas vivientes», que son – según algunas fuentes – las primeras evidencias de la existencia de vida en la tierra y que, si bien no son fáciles de describir, podríamos decir en pocas palabras que son estructuras compuestas por láminas superpuestas creadas por bacterias que crecen en ciertas superficies. En la parte inferior de la siguiente foto pueden apreciarlos:
Otro gran atractivo del lugar son, sin lugar a duda, los flamencos. Si tienen suerte y logran anticiparse al resto de los visitantes, como pude hacer yo con mucho sigilo, podrán observarlos y tomarles una foto como esta:
Eso sí, la foto la saqué desde el sendero habilitado que está a una cierta distancia del lugar, así que a menos que cuenten con una cámara con un buen zoom, no van a lograr una instantánea de esas características. En mi caso, usé una Nikon D3200 con un lente 55-200.
Cuando otros visitantes se acercan al lugar y no tienen el mismo sigilo que tuvo uno, los flamencos van a decidir irse a otra parte, situación ideal para tomar una foto distinta:
Con mis ojos más que satisfechos con la diversidad de paisajes disfrutados en el día, y contento con las fotos obtenidas, la excursión concluye con lo que en Argentina denominamos una picada espectacular, con galletitas dulces, infusiones, quesos y… pisco sour, ¡infaltable!
Aquí les comparto finalmente una foto del momento compartido con los compañeros de tour para cerrar un día increíble:
(Foto portada: «Luca»)
Para despedirme, les invito a ver un video del tour a la Laguna Cejar organizado por denomades.com:
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