El escritor francés Stendhal publicó en su novela Rome, Naples et Florence un episodio en el que un caballero entra a la basílica de Santa Croce y, ante la belleza de lo que ven sus ojos, empieza a experimentar mareos, agotamiento y taquicardia. Basándose en este texto, la psiquiatra italiana Graziella Magherini denominó utilizó el nombre del escritor francés para denominar al síndrome psicosomático que viven quienes experimentan felicidad excesiva, un ritmo cardíaco más alto, palpitaciones y gran emoción al estar al encontrarse frente a una obra de arte.
No es raro ver a turistas viviendo el síndrome de Stendhal en Florencia. La ciudad tiene una belleza casi inigualable. Solo con ver la cúpula de la catedral a lo lejos, ya se te empiezan a poner los pelos de punta y la emoción te invade. Si quieres sentir este amor por el arte en primera persona, viaja a Florencia de la mano de esta guía.
¿Quién querría perderse un sentimiento como el definido por Stendhal? Todo el mundo quiere conocer Florencia y eso se nota en sus calles, que están repletas vayas en la época que vayas. Por eso, para que puedas organizar bien tu viaje, te cuento algunos de los sitios que tienes que visitar, así como bares, restaurantes y lugares menos conocidos que a mí me encantaron.
Pero antes que nada, el primer consejo que te dejo es que compres las entradas con tiempo. Al ser una ciudad tan turística, es común que se agoten los tíquets para sitios muy concurridos como la galería de la Academia, donde se encuentra el David, así que, cuando decidas qué quieres visitar, lo primero que tienes que hacer es elegir los días y comprar tus entradas.
No se puede empezar a hablar de los lugares que visitar en Florencia por otro lugar que no sea Santa María del Fiore. Es una catedral única y de una belleza que no tiene comparación. Desde que estudié Historia del Arte en el instituto, he querido ver de cerca esa cúpula, de 45,5 metros de ancho, la obra que catapultó a la fama al arquitecto, escultor y orfebre Filippo Brunelleschi. Si te gusta el arte y la arquitectura, vas a querer quedarte aquí todo el día, ver la catedral desde todos los puntos y, por mucho tiempo que estés, no te vas a cansar de observarla.
Pero vamos a los datos turísticos. La entrada a la catedral es totalmente gratuita. Eso sí, como te imaginarás, hay siempre muchísima fila. Lo que yo pude observar en los días que pasé por allí es que el mejor momento para visitarla sin tener que esperar tanto es a primera hora de la mañana y a la hora de comer.
Aunque todas las miradas se centran en un primer momento en la catedral, en la Piazza del Duomo hay otros lugares que no te puedes perder, como el mirador de la cúpula, el campanario o el baptisterio. Si quieres acceder a estos sí tienes que comprar una entrada, que ahora se vende bajo un formato unificado. Existen tres modalidades, pero la única que incluye el ascenso a la cúpula es la denominada como Brunelleschi Pass, que tiene un precio de 30 euros.
Es importante que tengas en cuenta que para visitar el mirador de la cúpula tienes que subir 463 escalones. Si puedes hacerlo, es totalmente recomendable, porque ofrece una panorámica increíble de la ciudad.
Además, si te interesa la historia y la arquitectura, te recomendamos hacer una visita guiada por la catedral en la que te cuenten la interesante historia de su construcción.
Horario de visita de la catedral: de lunes a sábado, de 10:15 a 15:45.
Horario de visita de la cúpula: de lunes a viernes de 8:15 a 18:45, sábados de 8:15 a 16:30 y domingos de 12:45 a 16:30.
Horario de visita al campanario: de lunes a domingo de 8:15 a 18:45.
Horario de visita al baptisterio: de lunes a domingo de 8:30 a 19:30.
Cuando llegamos al Palazzo Vecchio, lo hicimos de casualidad, ya que íbamos paseando sin rumbo por la ciudad. Entramos por una puerta lateral y salimos a la Piazza della Signoria y ambos lugares nos dejaron sin palabras.
El Palazzo Vecchio fue la residencia de los Médici, la familia más importante de Florencia y, probablemente, del Renacimiento. Los Médici eran los dueños de esta ciudad y todo lo que se hacía y deshacía pasaba por sus manos. En este palacio se puede apreciar la grandeza y el poder de esta familia, que dejó este edificio para trasladarse a otro lugar que también es muy interesante de visitar, el palacio Pitti.
Si quieres visitar el museo del Palazzo Vecchio, el precio de la entrada general es de 17,5 €. En su interior encontrarás verdaderas joyas de arte, entre las que destaca la Sala del Cinquecento, con obras de Giorgio Vasari y la escultura del Genio de la Victoria de Miguel Ángel.
Después de tu recorrido por el palacio, te espera otro lugar en el que podrías quedarte horas, la Piazza della Signoria, un verdadero museo al aire libre. A la imponente fuente de Neptuno y la réplica del David se suman todas las esculturas del soportal de la Logia dei Lanzi, como el Rapto de las Sabinas o Perseo con la cabeza de Medusa.
Además, esta plaza tiene una cosa muy curiosa que nunca había visto en ninguna de las ciudades que he visitado: una fuente de agua con gas. Se encuentra en una de las paredes del palacio y es fácil de encontrar porque siempre hay turistas haciendo fila. Aún así, aquí te dejo la ubicación de Google Maps para que no te la pierdas.
Horario del Palazzo Vecchio: todos los días de 9:00 a 19:00, excepto los jueves que abre de 9:00 a 14:00.
A tan solo unos pasos de la Piazza della Signoria se encuentra la galería de los Uffizi. Los Médici, por supuesto, fueron los artífices de la construcción de este edificio, que hoy en día alberga una de las pinacotecas más importantes del mundo. En este museo se encuentran obras como El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli; Medusa, de Caravaggio; Judith decapitando a Holofernes, de Artemisia Gentileschi, y los Duques de Urbino, de Piero della Francesca.
Sin duda, este lugar es una fantasía para los amantes del arte. Se trata de un museo muy grande que merece la pena ser visitado con un especialista en una visita guiada. Sin embargo, si prefieres hacerlo por tu propia cuenta, te recomendamos comprar las entradas con tiempo. El precio es de 30 € y, en caso de que tengas algún tipo de problema y debas cambiar la fecha, yo pude hacerlo por 4 € en las propias taquillas del museo.
Horario de la Galería de los Uffizi: de martes a domingo, de 8:15 a 18:30, con último ingreso a las 17:30.
Otro de los museos imprescindibles de Florencia es la Galería de la Academia, famosa por ser el lugar que acoge a la escultura más conocida del mundo, el David de Miguel Ángel. En mi casa, no pude entrar a visitarla porque cuando fui a comprar las entradas ya se habían agotado, así que vuelvo a recomendarte que, si no quieres perderte este lugar, compra tu entrada ni bien sepas los días que vas a estar en Florencia.
Si compras la entrada por internet, te costará 20 €, cuatro euros más que si lo haces en la taquilla, pero si te esperas a hacerlo una vez que estés en la ciudad, corres el riesgo de quedarte sin ella.
Horario de la Galería de la Academia: de martes a domingo, de 8:15 a 18:50, con último ingreso a las 18:20.
Si hacemos una lista de los puentes más famosos del mundo, sin duda el Ponte Vecchio estaría en ella. Antes de adentrarte en él y para verlo bien (y, por qué no decirlo, hacerte alguna que otra foto), te recomiendo ir al Ponte de Santa Trinita, así podrás apreciarlo en la distancia y con calma. Una vez que vayas a cruzar el Ponte Vecchio, ve pensando en que será un rato con mucha gente alrededor y, con esto en mente, disfrútalo. Sin duda, es curioso ver un puente con tantas tiendas y edificios tan antiguos.
A pesar de que no es una ciudad muy grande, Florencia está repleta de iglesias y basílicas impresionantes. Por eso, si pasas por alguna de ellas y te encuentras con las puertas abiertas, no dudes en entrar a visitarla. Una de las imprescindibles es la de Santa Croce, uno de los grandes ejemplos del gótico italiano, muy parecida en el exterior a la catedral florentina. Otras que no te puedes perder son las de Orsanmichele, de la época medieval, y la de Santa María Novella, situada cerca de la estación de tren.
Si eres de los que disfrutan descubriendo miradores con las mejores vistas de la ciudad que visitas, marca en tu mapa la piazzale Michelangelo. Desde el centro de la ciudad, tardarás 25 minutos caminando (también puedes llegar en transporte público) hasta esta plaza construida en honor a Miguel Ángel, donde, además de una panorámica increíble de Florencia, podrás ver réplicas de algunas de las esculturas del gran artista italiano.
Mi recomendación, como siempre, es subir antes del atardecer, para poder disfrutar de las vistas tanto de día como de noche.
Este es uno de los lugares que no encuentras normalmente en una guía, pero que a nosotras nos sirvió mucho, ya que, al lado de este restaurante había unas tumbonas en las que pudimos descansar al lado del río. Llegamos a Florencia sin apenas dormir y encontramos este lugar perfecto para descansar durante unas horas, así que, ya sabes, si necesitas hacer un alto en el camino, este es un buen punto. Además, está un poco apartado del centro, lo que hace que no haya tanta acumulación de turistas.
Al igual que en otros artículos, como el de Roma y el de Nápoles, mi recomendación para Florencia es que camines y te pierdas por las calles de la ciudad. A nosotras nos agobió un poco el barullo de visitantes por todos los lados, así que cada cierto tiempo decidíamos salir del centro y movernos por zonas menos concurridas. Así, podrás descubrir lugares céntricos como la plaza de la República o el mercado Nuevo, pero también zonas más puramente florentinas, donde podrás ver el verdadero día a día de la ciudad.
Es pensar en Florencia y se me hace la boca agua. Esta fue mi primera parada en mi último viaje a Italia, así que iba con ganas de probarlo todo y cada plato me parecía espectacular. Uno de los que más me gustó fue un Paccheri al pesto con pomodorini e stracciatella, un plato del menú del restaurante Gusta Osteria, en el barrio de Oltrarno. Además, puedes aprovechar para pasear por esta zona, situada al otro lado del Puente Vecchio. Aquí también nos recomendaron una pizzería llamada Gustapizza, que no pudimos probar porque estaba bastante llena, lo que siempre es buena señal.
Para tomar algo, me gustó mucho el Lobs Fish Restaurant. Lo descubrimos paseando por Via Faenza, una calle con muchos bares, y nos gustó por el trato del camarero, Marco, con el que tuvimos la suerte de poder compartir un rato muy agradable.
Si tienes tiempo de sobra en Florencia, puedes aprovechar para hacer excursiones de un día a ciudades cercanas y muy famosas. Aquí te dejo algunas recomendaciones.
Conocidísima por su torre inclinada, la ciudad de Pisa es de esos destinos perfectos para hacer una escapada de un día. Se encuentra a menos de una hora de distancia en tren desde Florencia, por lo que te será muy fácil llegar hasta allí. Además, si quieres aprovechar al máximo tu viaje, puedes añadir en tu visita a Pisa también las ciudades de San Gimignano y Siena, dos de las joyas medievales de la Toscana.
En Denomades contamos con una excursión de un día que te llevará de una manera cómoda y sin complicaciones a estos tres destinos.
Otra de las ciudades cercanas a Florencia que se prestan para hacer una excursión de un día es Bolonia. Este destino no está dentro de los circuitos turísticos habituales que hacen los viajeros que llegan hasta Italia, pero si tienes tiempo y quieres aprovecharlo, está a poco más de media hora en tren de Florencia. Una de las curiosidades de esta ciudad es que, aunque muchos han desaparecido, todavía conserva algún que otro canal que te lleva a imaginar cómo fue este lugar en el pasado.
Si te apetece una escapada de la ciudad y conocer la costa italiana, algunos turistas aprovechan su estancia en Florencia para visitar Cinque Terre, una franja de ciudades costeras conocida por sus casitas de colores al borde del mar de Liguria. Aquí tienes varias opciones, desde disfrutar de un día de playa hasta hacer parte del Sentiero Azzurro, un sendero que une los pueblos de la zona.
Para llegar hasta aquí desde Florencia, la conexión en tren no es tan directa como a Pisa o a Bolonia, así que te recomendamos contratar una excursión de un día y así aprovecharás el tiempo al máximo.
La zona de la Toscana es conocida por sus vinos. Si eres amante de esta bebida, un buen plan es hacer un tour por la región de Chianti, en el que conocerás el proceso de elaboración del famoso vino Chianti. Así, además, recorrerás parte de la Toscana, una zona que cuenta con unos paisajes de película. Seguro que sales de aquí soñando con tener una casa en este rincón de Italia.
Según mi experiencia, Florencia es de esas ciudades que está llena de turistas sea la época del año que sea. Sin embargo, si puedes evitar la temporada alta (entre mayo y septiembre), quizá el nivel de visitantes sea un poco más bajo y puedas disfrutarla con más tranquilidad.
Florencia es pequeña, por lo que, si te alojas en el centro, no necesitarás ningún transporte para recorrer los puntos más turísticos. Si, por el contrario, piensas quedarte a las afueras, la ciudad cuenta con una red de autobuses, tranvía y trenes muy cómoda.
Italia es parte de la Unión Económica Europea y, por lo tanto, utiliza el euro como moneda. En este país en concreto te recomendamos llevar siempre algo de efectivo, porque, aunque podrás pagar con tarjeta en algunos sitios, también hay muchos otros (tanto restaurantes como servicios públicos) en los que solo se permite el pago con efectivo.
En cuanto al idioma, en Florencia hablan italiano, pero están acostumbradísimos al turismo y no tendrás ningún problema para comunicarte tanto en español como en inglés.
Florencia tiene muchas cosas por conocer, pero lo bueno es que, al ser una ciudad pequeña, puedes llegar a todos sus puntos caminando y sin perder mucho tiempo. Por eso, con tres días es suficiente para conocer los atractivos turísticos más importantes de la ciudad.
El aeropuerto de Florencia se encuentra muy cerca de la ciudad y cuenta con muy buena comunicación en transporte público. Aquí te contamos cómo puedes llegar:
Autobús: una de las opciones más utilizadas por los viajeros es tomar el Volainbus, un autobús que te lleva desde el aeropuerto hasta el centro de Florencia en 30 minutos. El precio de este servicio es de 6 euros ida y 10 euros si compras ida y vuelta.
Tranvía: este es el medio de transporte que utilicé yo y me pareció comodísimo. El tranvía se toma a tan solo unos pasos del aeropuerto y te deja en 20 minutos en Santa María Novella, la estación central de Florencia. El precio del billete sencillo es de 1,70 € y puedes comprarlo en unas máquinas que hay en la misma estación del tranvía.
El centro de Florencia cuenta con una amplia oferta hotelera, pero los precios son altos. Si no te importa estar a las afueras, puedes mirar barrios de los alrededores, a los que podrás llegar sin problema caminando o en transporte público.
Personalmente, yo tuve la suerte de alojarme en una casa en mitad de la Toscana. Nos recibió una amiga y la experiencia fue totalmente recomendable. Si no te importa estar lejos de la ciudad, puedes mirar las opciones en pequeños pueblos de alrededor, como Pontassieve, que se encuentra a tan solo 20 minutos en tren de Florencia.
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