Durante muchos años, Milán se ha considerado la capital de la moda, en una lucha continua con otras dos grandes ciudades, París y Nueva York, lo que atraía a muchos turísticas del sector cada año. Para los que no estamos tan interesados en el mundo de la moda, merece la pena visitar Milán por un único (y grandioso) motivo, su catedral.
Pero ya que haces el camino hasta esta ciudad italiana, ¿cómo no aprovecharlo? Aquí te contamos algunos de los lugares que tienes que visitar si piensas pasar unos días en Milán.
Como he dicho más arriba, merece la pena ir a MIlán aunque sea única y exclusivamente para ver el duomo. He de decir que el gótico es mi estilo arquitectónico preferido y que quizá no estoy siendo objetiva, pero la realidad es que esta catedral es una auténtica pasada. Encontrártela de frente nada más salir de la boca de metro es totalmente abrumador. Una vez aquí, siéntate y tómate tu tiempo para observar todos los detalles. Te aviso de que puedes estar horas y horas.
Una de las curiosidades de la catedral de Milán es que comenzó su construcción en 1386 y no se consideró completamente hasta 1965. Además, con 11 700 metros cuadrados, es la quinta catedral más grande del mundo.
Una vez que la tengas bien vista, es momento de entrar en su interior. Las vidrieras, el órgano, el reloj solar…, en cada punto al que mires encontrarás cosas maravillosas. El precio básico de la entrada a la catedral es de 8 euros y este va ascendiendo según le vayas añadiendo partes que quieras visitar, como la terraza, y es que puedes subir a lo más alto del duomo, apreciar de cerca los maravillosos detalles góticos y disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad.
Si quieres visitar la catedral durante el momento de la misa, puedes consultar los horarios y acceder de manera gratuita y sin hacer cola. Además, si no quieres pagar por subir a la terraza, en los alrededores de la catedral hay algunos bares y restaurantes con azotea, como los de la galería Rinascente, en los que puedes tomar algo y disfrutar de unas vistas muy parecidas.
Pero si lo que quieres es conocer la historia de cada rincón de la catedral, te recomendamos hacer una visita guiada por los Tejados de la Catedral de Milán tanto por su interior como por la terraza.
Horario: todos los días de 8:00 a 19:00. La terraza abre a las 9:00 y el resto de lugares tiene horarios diferentes, así que puedes consultar la página oficial dependiendo de lo que quieras ver para organizar tu visita.
A tan solo un paso de la catedral de Milán se encuentra la famosa galería Vittorio Emanuele II, con su impresionante pasillo de bóveda acristalada que une la plaza del Duomo con la plaza de La Scala.
En su interior se encuentran tiendas de grandes firmas como Prada y Louis Vuitton. Si pones atención en la zona central, en la intersección de sus pasillos, verás que la gente se acumula en un punto. Aquí se encuentra el mosaico del toro, que cuenta con un agujero ya que la leyenda dice que si pones el pie sobre él y das tres vueltas sobre sí, te dará buena suerte. ¿Lo probarías?
Una vez que atravieses la galería Vittorio Emanuele II te toparás con el edificio de La Scala, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo. Aquí tienes dos opciones: si te gusta la ópera, puedes ir a una de sus actuaciones; si solo quieres verlo por dentro, puedes visitar, por 12 €, el museo del teatro, en el que hay fotografías de la historia de La Scala y objetos de grandes compositores. Esta última opción también puedes hacerla en una visita guiada.
Horario: de lunes a domingo de 9:30 a 17.30 h (último acceso a las 17:00 h).
En la zona del duomo, la Scala y la galería Vittorio Emanuele II se encuentra también la plaza Mercanti, la cual fue un importante lugar comercial y administrativo durante la Edad Media. En la actualidad, todavía se conservan algunos de los edificios medievales, que ya se han convertido en emblemáticos de la ciudad, como el Palazzo della Ragione o la Logia de los Osii.
A tan solo tres minutos caminando de la plaza Mercanti se encuentra uno de los museos más importantes de Milán, la pinacoteca Ambrosiana. Este lugar fue creado para ofrecer formación cultural y artística gratuita a aquellas personas que demostraran tener dotes artísticos o intelectuales, sirviendo así de apoyo a la Academia de Bellas Artes de Milán.
Ahora, puedes visitar la pinacoteca y ver en primera persona obras de grandes artistas de la historia de Italia, como Retrato de un músico, de Leonardo da Vinci, o los dibujos preparatorios de la Escuela de Atenas de Rafael.
El precio de la entrada general a la Pinacoteca Ambrosiana es de 15 € y por 5 € más puedes visitar también la Cripta del Santo Sepulcro, situado en el subsuelo de una iglesia medieval del siglo XI. Si quieres visitar solo la cripta, el precio es de 8 €.
Horario de la Pinacoteca Ambrosiana y de la cripta: de lunes a domingo de 10:00 a 18:00, excepto el miércoles que está cerrada. La última entrada a la cripta es a las 17:30.
Otra de las grandes protagonistas de Milán es La última cena de Leonardo da Vinci. Lo mejor de esta obra es que puede verse en su emplazamiento original, una de las paredes de la antigua sala del convento dominico de Santa Maria delle Grazie. Esta pintura sobre yeso ha sobrevivido a innumerables episodios de la historia, como la llegada de las tropas de Napoleón, y ha tenido que ser restaurada en varias ocasiones.
El interés por la obra del artista se ve superado por la curiosidad, ¿será de verdad la que está al lado de Jesús María Magdalena? Para resolver esta duda, son miles los turistas que tratan de visitarla cada año, pero la realidad es que conseguir una entrada para ver esta gran pintura es muy complicado, tienes que reservar con mucho tiempo de antelación a través de su página web y tener suerte de encontrar una entrada. El precio del tíquet es de 15 euros y solo podrás estar 15 minutos en grupos de 30 personas en esta sala.
Si quieres asegurarte la visita, puedes reservar nuestra excursión de City tour + visita a La última cena.
Horario: de martes a domingo de 8:15 a 19:00, con último ingreso a las 18:45.
Si te gustan las construcciones medievales, te va a encantar el castillo Sforzesco, una fortaleza levantada en 1368, que después pasó a ser palacio ducal y que Napoleón mandó demoler de manera prácticamente completa en 1800. En la actualidad, el castillo ha sido reconstruido y alberga varios museos como el Arqueológico, con arte prehistórico y egipcio, o el de Arte Antiguo, con obras como la Piedad Rondanini, la última escultura hecha por Miguel Ángel.
La entrada a los patios del castillo es totalmente gratuita y están abiertos de 7:00 a 19:30. El precio de la entrada general al museo es de 5 €.
Horario museos del castillo Sforzesco: de martes a domingo, de 10:00 a 17:30 horas (última entrada a las 16:30 y última entrada a cada museo/sección individual a las 17:00).
¿A quién no le gusta darse un respiro de la ciudad y disfrutar un poco de la naturaleza? En Milán puedes hacerlo en el parque Sempione, situado a espaldas del castillo Sforzesco. Cuando hace buen tiempo, este parque se llena de milaneses, disfrutando de un día de picnic o de hacer deporte, e incluso de música al aire libre en diferentes puntos, como el anfiteatro Arena Civica. El parque es, sin duda, una buena opción para salir de la zona turística y ver cómo es el día a día de esta ciudad.
Horario: de lunes a domingo de 6:30 a 21:00.
También a unos pasos del castillo Sforzesco se encuentra el barrio de Brera, uno de los más bonitos y elegantes de Milán. Sus edificaciones del siglo XVIII están repletas de tiendas, cafeterías y restaurantes con mucho encanto. Además, aquí hay varios puntos interesantes que visitar, como la iglesia de San Marco, la basílica de San Simpliciano, el jardín botánico y el observatorio astronómico.
Pero, sin ninguna duda, la verdadera estrella de este barrio es el Palazzo Brera y su famosa pinacoteca, uno de los museos más importantes del mundo. El edificio en sí ya es una maravilla y, además de disfrutar de su arquitectura, podrás ver de cerca obras de Rafael, Piero della Francesca y Caravaggio.
Si estás en Brera y te entra hambre, ve a comer a la Osteria da Fortunata. Me hablaron maravillas de este lugar en Roma, donde también tiene restaurantes, y me quedé con ganas de ir por falta de tiempo, así que tú no te lo pierdas.
Da igual a qué parte de Italia vayas, siempre encontrarás diferentes templos religiosos que te dejarán con la boca abierta. Sí, en Milán también. A mí, personalmente, me gusta recorrer las ciudades a pie e ir descubriendo rincones a los que quizá no hubiera ido específicamente. Si paseas por Milán con la intención de ver iglesias o basílicas, te podrás topar con lugares impresionantes como la Basílica de San Ambrosio o la iglesia de San Maurizio al Monastero Maggiore, pero también te recomiendo entrar a cualquier capilla con la que te cruces que tenga las puertas abiertas.
Además, si eres de esos turistas a los que les gusta dedicar unas horas de su viaje a recorrer los cementerios de la ciudad, tienes que visitar el Cementerio Municipal de Milán, un verdadero museo al aire libre, con mausoleos y un sinfín de esculturas impresionantes. La entrada es gratuita y cuenta con muchas puertas, depende de la por la que accedas ingresarás en sectores diferentes, como la parte judía o la agnóstica.
Horario del Cementerio Municipal de Milán: de lunes a domingo de martes a domingo de 8:00 a 18:00.
Si vas hasta el Cementerio Municipal de Milán, te recomendamos aprovechar para conocer también el bosque vertical, a unos 20 minutos caminando. Se trata de dos rascacielos residenciales que mezclan a la perfección arquitectura y naturaleza, con árboles que ocupan cada uno de los balcones. Estas construcciones son un ejemplo icónico de lo conocido como reforestación urbana y, además de ser preciosas, ayudan a regular la temperatura de la ciudad. ¿A quién no le gustaría vivir en un sitio así?
También cerca del cementerio municipal se encuentra Chinatown, el barrio chino más grande y antiguo de Italia. Será como transportarte a Asia, tanto por el ambiente como por los sabores. Aquí encontrarás restaurantes con gastronomía de diferentes países del continente asiático, así que te animo a sentarse en el que más te llame la atención y disfrutar de unas horas en el país que elijas.
Otro de los barrios más bonitos de Milán es el de Navigli, conocido por sus canales al más puro estilo veneciano. Hasta aquí puedes llegar con el tranvía y aprovechar para conocer el medio de transporte más icónico de Milán. Un buen plan es ir por la tarde a Navigli, dar un paseo por los canales y, a partir de las 6, unirte a la costumbre italiana del aperitivo. Por 15 euros, en restaurantes como La Ringhiera, puedes pedir una bebida y comer todo lo que quieras, dulce, salado, embutido… Y si se alarga la tarde, esta es una buena zona para salir de fiesta.
Si decides ir caminando hasta este barrio, entre Navigli y la plaza del Duomo podrás ver las Columnas de San Lorenzo, una de las pocas ruinas romanas que se conservan en la ciudad.
¿Aficionado al fútbol por aquí? Si visitas Milán y tienes la suerte de coincidir con un partido, no dudes en ir a San Siro. Este estado es compartido entre los dos grandes equipos de la ciudad, el Inter y el Milan, algo raro para los que no somos italianos. Ya sabes, consulta el calendario de la Serie A italiana y prepárate para disfrutar de un día de fútbol.
Si vas a dejar Milán en tren, ve con un poco de tiempo para poder disfrutar de la arquitectura de la Estación Central. Fue mandada construir por el dictador fascista Benito Mussolini, quien quería demostrar su poder con esta imponente edificación en la que se mezclan estilos, entre los que destacan el art nouveau y el art decó.
La ciudad de Milán se puede ver en un par de días y aprovechar el resto para recorrer otros lugares de alrededor. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para que puedas conocer otros destinos si tienes tiempo.
A menos de dos horas en coche desde Milán se encuentra el lago de Como, un lugar conocido por la belleza de su paisaje. Es uno de los lagos más profundos de Europa, por lo que se presta perfecto para navegarlo. El plan ideal es hacer un crucero por el lago y recorrer el colorido pueblo de Como. Este lugar enamora tanto que algunas grandes estrellas como George Clooney y Madonna han tenido su propia casa aquí.
Para que puedas disfrutar al máximo de este sitio, te recomendamos contratar una excursión organizada, que sale desde Milán y te lleva a los diferentes puntos de interés del lago de Como. Además, esta excursión se puede completar visitando la ciudad de Bellagio, conocida como la perla del lago de Como, y pasando la frontera a Suiza para recorrer la ciudad de Lugano y saborear su exquisito chocolate.
En poco más de una hora en tren desde Milán podrás conocer el escenario de uno de los dramas románticos más conocidos de la historia, el de Romeo y Julieta. En Verona, puedes visitar la casa de Julieta, con su famoso balcón desde el que, según relata Shakespeare, juraba amor eterno a Romeo. Aunque esta historia no te aporte mucho, te recomiendo igualmente visitar Verona, porque la ciudad tiene mucho encanto más allá, con edificios que nos transportan a la época romana, renacentista y medieval.
Otra de las ciudades cercanas a Milán que se prestan para hacer una excursión de un día es Bolonia. Este destino no está dentro de los circuitos turísticos habituales que hacen los viajeros que llegan hasta Italia, pero si tienes tiempo y quieres aprovecharlo, está a poco más de media hora en tren de Florencia. Una de las curiosidades de esta ciudad es que, aunque muchos han desaparecido, todavía conserva algún que otro canal que te lleva a imaginar cómo fue este lugar en el pasado.
Cosas que saber antes de visitar Milán
Mejor época para visitar Milán
Como ocurre en el resto de ciudades de Italia, Milán se llena de gente en verano (especialmente en agosto), por lo que te recomendamos hacer tu visita en primavera o en los primeros meses del otoño, donde, además de evitar la temporada alta de turistas, el clima es bastante agradable.
Consejos de transporte en Milán
Milán es de esas ciudades que puedes recorrer a pie sin problema y, así, irás descubriendo pequeños rincones a los que no llegarías de otra manera. Sin embargo, para ir a algunos puntos quizá prefieras utilizar el transporte público. Este tiene la opción de comprar billetes de varios días, que te saldrá más barato que comprar varios billetes sencillos. Antes de visitar la ciudad, haz un cálculo de las veces que tomarás el transporte público y si te compensa la opción de varios días.
Además, como ya hemos mencionado anteriormente, Milán todavía conserva algunos tranvías históricos, con su estructura de madera, que, además de preciosos, son una buena opción para moverse por la ciudad.
Información sobre la moneda y el idioma
Italia es parte de la Unión Económica Europea y, por lo tanto, utiliza el euro como moneda. En este país en concreto te recomendamos llevar siempre algo de efectivo, porque, aunque podrás pagar con tarjeta en algunos sitios, también hay muchos otros (tanto restaurantes como servicios públicos) en los que solo se permite el pago con efectivo.
En cuanto al idioma, en Milán hablan italiano, pero están acostumbradísimos al turismo y no tendrás ningún problema para comunicarte tanto en español como en inglés.
Milan Pass
Si piensas entrar a varios de los lugares turísticos de Milán, analiza si te conviene comprar el Milan Pass, una tarjeta que te da acceso a varios atractivos de la ciudad, además de al transporte público y al autobús turístico. Ya sabes, coge papel y boli y echa cuentas para ver si te merece la pena.
Si tenemos en cuenta lo básico, con tres días en la ciudad de Milán es más que suficiente. Luego tienes que sumarle algún día más si te apetece conocer alguno de los destinos de alrededor que te hemos comentado más arriba.
El aeropuerto más común para visitar esta ciudad es el de Milán-Malpensa. Desde aquí, puedes llegar al centro de diferentes maneras.
Tren exprés: es la forma de transporte público más rápida. El precio del billete es de 13 euros (ida) y tardas alrededor de 40 minutos en llegar a la ciudad. Para saber los horarios, te recomendamos consultar su página web, ya que dependen de la terminal desde la que salgas.
Autobús: existen varias compañías de bus que te llevan desde el aeropuerto al centro de Milán. Sin embargo, aunque el precio es algo más barato que el del tren (desde 8 euros ida), el trayecto es más largo; puede llegar a durar una hora e incluso más si hay atasco.
Autobús nocturno: además, si llegas en un vuelo por la noche, también hay autobuses nocturnos que te llevan hasta la ciudad. Al igual que con el tren, te recomendamos mirar la página oficial del aeropuerto para consultar los horarios.
Milán es de esas ciudades en las que puedes alojarte tanto en el centro como en los alrededores sin ningún problema. Si quieres estar cerca de todo y tienes buen presupuesto, quédate por la zona del duomo (y podrás ver esta maravilla todos los días de tu viaje); si vas en una visita exprés, elige la zona de la estación Central, y si te apetece un poco de vida nocturna, puedes quedarte en barrios como el de Navigli.
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