Lagunas Altiplánicas: El gran tesoro de Atacama
El agua es vida. Y en el desierto más árido del mundo, Atacama, esta afirmación alcanza su máxima expresión. Las Lagunas Altiplánicas, que conforman las lagunas Miscanti y Miñiques, son un refugio para toda la fauna autóctona en un entorno natural que, aunque parezca inalterable, ha sufrido numerosas alteraciones durante milenios. Lo cierto es que algo misteriosamente atractivo tienen estas lagunas… Puede que sea el silencio o la inmensidad que las rodea, o quizás debamos aceptar que hay lugares cuya belleza nos evoca algo tan profundo que no podemos ponerle palabras.
A poco más de 100 kilómetros al sureste de San Pedro de Atacama, en uno de los siete sectores de la Reserva Nacional Los Flamencos, brotan las aguas que forman las Lagunas Altiplánicas. A nada menos que a 4.220 metros de altitud, en un entorno árido donde puede pasar más de un año sin una gota de lluvia, alguien se podría preguntar cómo pueden surgir estas grandes extensiones de agua. La respuesta está en el subsuelo, desde donde se filtran las aguas hasta la superficie. En realidad, se cree que Miscanti y Miñiques eran una única laguna, que alcanzaba el cercano Salar de Atacama, el más grande de Chile. Una erupción del imponente Volcán Miñiques separó para siempre estas dos lagunas de 13,4 y 1,5 kilómetros cuadrados.
Hoy en día, los volcanes (del mismo nombre que las lagunas) tienen una presencia destacada en el paisaje, como centinelas que protegen este tesoro que supone un auténtico oasis para numerosas aves, tales como la tagua cornuda, el flamenco chileno, el caitó, el pato juarjual y la guallata, entre muchas otras contabilizadas que superan el centenar. En sus orillas, blanquecinas por los sedimentos que va depositando el agua, muchas de ellas nidifican o simplemente son usadas como lugar de reposo durante larguísimas migraciones.
Además de aves, también acuden los mamíferos altiplánicos, atraídos por la vida que ofrecen las Lagunas, siendo los más comunes el guanaco, la vicuña, la vizcacha o el zorro culpeo. Resulta prácticamente imposible acercarse aquí y no poder admirar su riquísima fauna.
[banner name=»san-pedro-general»]
El Salar de Atacama
El tour que ofrece DeNomades, incluye también una visita al mayor depósito salino natural del país, con 100 kilómetros de largo por 80 de ancho, que supone una cuarta parte de las reservas mundiales de litio. Como dato aparte, este Salar brinda la oportunidad de hacerse una idea de la inmensidad del desierto, en un entorno en que los reflejos del agua, aún no evaporada, dan una sensación de lo más evocadora. El omnipresente Volcán Licancabur (5.920 metros), en el horizonte, es la guinda de la torta, de un lugar al que ninguna fotografía puede hacer justicia.
Socaire y Toconao
Si te interesa descubrir, además de los increíbles paisajes de Atacama, un poco de la cultura local, muy cerca de allá se encuentran antiguos poblados que mantienen parte de la esencia de los pueblos originarios. Uno de ellos es Socaire, famoso por sus casas sin ventanas y su iglesia con objetos del periodo colonial. Además, es un buen lugar para comprar artesanías tradicionales que producen los maestros de la comunidad indígena. También Toconao, conocido como “el pueblo blanco” por el color de la piedra con el que íntegramente se construyó este asentamiento. A destacar de este lugar, el Campanario de San Lucas, que data del siglo XVIII, Monumento Nacional, y las hermosas esculturas de piedra volcánica talladas por los lugareños.
Si quieres más información sobre cómo reservar el tour turístico a la Lagunas Altiplánicas, el Salar de Atacama y los pueblos de Socaire y Toconao, haz click aquí. En denomades.com tenemos los mejores precios, te lo garantizamos.
¡Si te interesó este artículo, síguenos en Facebook e Instagram! ¡Sé el primero en poder ver artículos similares de actividades turísticas y outdoor!
¿Has estado en las Lagunas Altiplánicas? ¿No has estado pero te gustaría ir? ¿Qué te pareció este paisaje? ¡Comenta a continuación, no seas tímido/a!