1. Reserva Nacional Pacaya Samiria (Amazonas)
Con más de 2 millones de hectáreas, Pacaya Samiria es la reserva más extensa del Perú y en ella aún habitan medio centenar de comunidades indígenas, muchas de ellas preservando su cultura y forma de vida ancestral. Esta gigantesca área de bosque húmedo tropical alberga una cantidad descomunal de biodiversidad, entre la que se contabilizan más de medio millar de aves, un centenar de mamíferos y 70 reptiles distintos. Este lugar es perfecto para hacerse una idea de la exuberancia y hermosura de la Amazonia.
2. Chan Chan (Trujillo)
Todos los viajeros hacen la siguiente asociación de ideas: Perú+ruinas= Machu Picchu. No discutiremos la grandeza de las ruinas incas, pero también reivindicaremos esta ciudad precolombina de adobe, la mayor de América, levantada por los chimúes en un entorno totalmente desértico. Chan Chan está cerca de Trujillo y, a pesar de ser muy desconocido, es Patrimonio de la Humanidad y destaca por los impresionantes grabados y bajorrelieves que adornan buena parte de sus paredes. El enorme conjunto arqueológico está formado por un total de nueve ciudadelas amuralladas y construídas íntegramente en adobe.
3. Laguna 69 (Huaráz)
En el corazón del Parque Nacional Huascarán, que tiene como carta de presentación ser Reserva de la Biosfera y Patrimonio Natural de la Humanidad, encontramos en la base del Chacraraju esta maravillosa laguna de un azul turquesa intenso, producto de la gran cantidad de sedimentos que arrastra el agua. A unos 4.600 metros de altitud, la Laguna 69 posee la fuerza de un entorno de alta montaña, con la ventaja de que su acceso es viable para los andinistas poco experimentados. En el Huascarán pueden encontrar otros espectáculos naturales de gran belleza, como la Laguna Parón o el Glaciar Pastouri.
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4. Islas Ballestas (Paracas)
A poco más de tres horas al sur de Lima, las Islas Ballestas son una oportunidad excelente para ver enormes cantidades de aves y fauna marina como leones marinos, delfines y pingüinos. Bueno, en realidad no solo ver, sino también escuchar y oler una explosión de vida concentrada en los diversos islotes que conforman esta reserva, conocida como «Las Galápagos peruanas». Tiempo atrás, este lugar tuvo una enorme importancia estratégica, ya que el guano (excremento de aves) era usado como fertilizante para la tierra antes de la llegada del salitre y los abonos químicos. Si la fauna y la historia no son motivos suficientes para ti, también ofrece arqueología. Desde el mar puede verse un geoglifo llamado «El Candelabro», que te impresionará por lo bien definido que se mantiene.
5. Huacachina (Ica)
Imaginen un oasis de cuento: un gran desierto con gigantescas dunas y, entre ellas, una laguna de agua dulce con vegetación y casitas a su alrededor. Esto es exactamente Huacachina, un capricho de la naturaleza que hizo aflorar corrientes subterráneas para crear un lugar con una estampa única. Además de relajarse en este entorno singular, es habitual realizar aquí actividades más adrenalínicas como el sandboard, o “pasear” por las dunas con buggies (ver foto de portada), lo que acaba convirtiéndose en algo muy parecido a una montaña rusa. Para visitas, puedes tomar el tour por el sur de Lima.
6. Líneas de Nazca (Nazca)
Uno de los grandes misterios aún no resueltos por el hombre moderno. ¿Qué motivó a la cultura nazca a dibujar en la tierra kilómetros de geoglifos creando figuras geométricas, de animales, personas o, simplemente, líneas rectas que alcanzan 275 metros de longitud? Lo más inquietante es que la magnitud de esta gran obra, realizada creando surcos en la tierra y preservada gracias al clima árido de la zona, solo puede ser apreciada desde el cielo (y la cultura nazca creó estas líneas hace unos 1.500 años). También son Patrimonio de la Humanidad. Como curiosidad: la cola del mono (ver foto), aparece representada en el logo de Turismo Perú.
7. Montaña Arcoíris (Cusco)
Uno de los mejores secretos del Perú. Esta montaña de colores, también llamada Vinicunca, se encuentra a los pies del Ausangate (6.372 metros) y para llegar a ella se necesita andar 3 horas por un hermoso camino, en el que los montes se van tintando de diversos colores. En la Montaña Arcoíris (4.250 metros), el azar geológico quiso que los distintos estratos se alinearan en capas cromáticas de ocres, azuladas, rojizas y blancas. Seguro que no has visto nada igual. Te sorprenderá saber que está a solo 170 kilómetros de Cusco, sin duda otro destino imperdible del Perú. Para visitar la Montaña Arcoíris, click aquí.
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8. Machu Picchu (Cusco)
¿Qué podemos añadir sobre una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno y un conjunto cultural y ecológico que es Patrimonio de la Humanidad? Lo cierto es que todas estas etiquetas se quedan cortas cuando se está en frente de estas ruinas incas. Su excelente estado de conservación (los españoles jamás descubrieron este lugar y fue redescubierto oficialmente en 1911), así como un entorno selvático y remoto entre cimas brumosas, le dan a Machu Picchu una magia difícil de describir. Vale la pena disfrutar como mínimo un día entero de este fantástico lugar. Para información de tours y precios haz click aquí.
9. Cañón del Colca (Arequipa)
Con una profundidad de 3.660 metros, el doble que el Gran Cañón del Colorado, el Colca se convierte en uno de los mayores abismos del planeta. A 160 kilómetros de Arequipa, el Colca ofrece mucho más que asomarse por sus laderas: es un excelente lugar para divisar cóndores y también para hacer trekkings por la zona. Es realmente increíble visitar los pequeños pueblos de las profundidades del cañón (solo accesibles a pie) y ver como se ha parado el tiempo allá. De hecho, la electricidad aún no ha llegado a muchos de ellos. Hacer andinismo por el cañón es algo que no se olvida en la vida. Para información de tours y precios haz click aquí.
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10. Islas de los uros (Puno)
Los uros son una etnia que habita en las orillas del Lago Titicaca, en la bahía de Puno. Su característica más singular es que ellos mismos construyen sus propias islas flotantes aprovechando un tipo de planta que florece en el lago, llamada totora. Hay contabilizadas más de dos docenas de islas (en cada una de ellas habitan varias familias) donde se mantiene una forma de vida tradicional. Los uros pueden ser visitados saliendo con una embarcación desde Puno. Para información de tours y precios haz click aquí.
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